sábado, 19 de septiembre de 2015

Ali y el billete de tren perdido

Hola a todos

Espero que esta entrada sobre una narración ficticia, sobre el tema de los refugiados, os guste y no olvidéis comentar, gracias a todos.


­Hola, mi nombre es Alí, pero sé que mi verdadero nombre dejará de persistir en esta ciudad

de Melilla, así que para no ser olvidado, pensé que la mejor manera sería contar parte de 

mi pequeña historia, que será borrada con el tiempo.


Hoy por fin puedo decir que dejo esta ciudad y me voy a un lugar mejor. Ya tengo los billetes del tren comprados, que tanto esfuerzo me han costado. Ya escucho los pasos del casero acercándose a mi puerta para pedirme el dinero que le debo de hace unos cuantos meses. Cogeré una mochila, con las provisiones que he estado preparando hace una semana. En mi mochila irán cosas como el pasaporte, una muda, un poco de comida para sobrevivir algunos días y algún que otro material del taller de coches donde trabajaba de forma clandestina cobrando una miseria.
Decido escabullirme por el conducto de ventilación que lleva a las escaleras de salida. Bajo rápidamente y voy hacia la estación del tren. En la calle principal a 200 metros de la estación me encuentro con miles de personas que andan en mí mismo sentido, sin dejarme pasar y adelantarlos. Intento adelantar y por accidente choco contra una señora, la cual se piensa que le estoy robando. Ella se pone a gritar en medio del gentío. La policía que está cerca se dirige a detenerme. Logro escapar pero me caigo debajo de un puente, con la casualidad que reboto en una barca de contrabando de personas que se dirigen a varios puertos de Europa.  Aquí se encuentran niños sin sus familiares llorando desesperados por el hambre, ancianos preocupados por compañeros que no habían podido subir con ellos y algunas personas que parecían que ya habían cruzado muchas fronteras por su carácter y apariencia. La barca sigue hacia su destino, pasados unos 45 minutos, el supuesto capitán empieza a pedir dinero por el viaje, en caso de no tenerlo nos amenazaría a tirarnos por la borda, e ir nadando hasta Melilla con el peligro de los barcos aduaneros. Uno entre la multitud pregunta cuánto sería. El trayecto cuesta 6000 euros o diferentes servicios de intercambio según nuestro género. Al escuchar esto las mujeres del barco cogen hasta su último billete y se lo dan. Yo miro la cara de horror de esas mujeres y me imagino que tipo de trabajo les podría tocar si elegían la segunda opción.  Pero en mi caso, no me quedaba otra que elegir la segunda opción. Todo mi dinero lo había gastado en ese maldito billete de tren, dirección Melilla, que no pude coger. Con pavor espero inquieto a que me digan qué debo hacer, junto con otros compañeros de viaje.
Ya anochecido en mi segunda noche de viaje, nos empiezan a explicar los “trabajos” que debemos  hacer. Estos van desde ser una persona que despistará a la policía, a transportar sustancias ilegales  o incluso tener que acabar con la vida de alguien.  Mi trabajo consiste en ser camello. A las 6 de la mañana llegamos a puerto, todos salimos corriendo. Los que tenemos que hacer el trabajo, nos vamos por el lado diferente a los que habían pagado, que iban acompañados por el capitán.De repente me quedo solo, era el momento perfecto para abandonar el trabajo e ir a la sala de refugiados, que estaba en la calle paralela, pero por otra parte si no lo cumplía, me buscarían, y no solo a mí, sino también a mi familia.  Me escondo en una esquina y un hombre se acerca y sin mediar  palabra, me pide la mercancía. 
Con este tema resuelto, me voy a la sala, que se encuentra al lado la comisaria. Al registrarme, los comisarios me dicen que no puedo estar allí porque soy menor de edad.  Mi DNI, lo renové una semana antes, y se había quedado en ese maldito barco. La manera por la que conseguiré pasar todos mis obstáculos os la contare otro día…
                                                             FIN
Narrador: Ali, en primera persona.
Acción: tiempo interno y el espacio es imaginario.
Personaje: el principal es Ali, el secundario la multitud y el Antagonista la sociedad.
Estructura:
  • Planteamiento desde Hola….hasta …miseria.
  • Nudo: desde Decido… hasta ….mercancia
  • Desenlace: Desde Con…. hasta … otro día….

Tiempo: Lineal