Hola a todos
Me encontraba en este paisaje en un día con una niebla
espesa y sedosa, no se podía ver mucho la lejanía, y aunque era fría, daba
gusto sentirla. No había ni rastro del sol, como si se hubiera ido de vacaciones
al otro lado del hemisferio. Las rocas, en mi opinión, con la ausencia del sol,
se sentían desoladas y tristes, pues su frío y su moho eran como si de una
fúnebre vestimenta se tratase. De esto no se salva el agua que recorre este
pequeño rio. Da la sensación de que el agua está completamente congelada, como
si de un puente imaginario se tratase. Además, en ella no hay ni un solo pez,
lo único que se puede ver, es un pequeño manto transparente, moteado de espuma
blanca y de hojas caídas de los árboles cercanos. Los árboles, en sí, jóvenes,
son de los más pequeños que te puedes encontrar en el lugar. Sus hojas son de
un color verde higo, ayudado por un rojo intenso mezclado con marrón, de las
hojas medio muertas. Pero lo que más se caracteriza en la imagen, además de la
hermosa niebla, son los matorrales flotantes que se encuentran como dormidos e
intentando huir del frio mirando hacia otra parte.